PROMOCIÓN DE LA MUJER

El papel que juega la mujer beninesa hoy en día se centra en todo lo referente a la familia y al hogar, aunque también es considerada como objeto de trabajo. Las mujeres beninesas son las encargadas de realizar la mayor parte de los trabajos cotidianos: recogida del agua y la leña, tareas domésticas, cuidado de los niños y ancianos, labores agrícolas, atención al ganado de la familia, pequeño comercio, lo que les impide estar presentes en otros aspectos sociales como la política y la educación. A pesar de ser piezas clave en el desarrollo social, económico y cultural de sus países, su participación no es reconocida.

En los últimos años se han percibido importantes avances en la situación de la mujer. La República de Benín ha realizado esfuerzos notables para la eliminación de la discriminación de la mujer, adoptando numerosas medidas legislativas, administrativas y judiciales para poner en práctica las disposiciones de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979) de las Naciones Unidas.

Poco a poco las mujeres van haciéndose un hueco en cooperativas, en la vida pública, en grandes empresas y cada vez son más las que luchan porque se reconozca su aportación al desarrollo del continente. No obstante, sigue habiendo creencias y valores arraigados que siguen vulnerando los derechos de las mujeres. Por ello, es necesario seguir fomentando la completa integración de la mujer en la sociedad, así como su autonomía personal, asegurando su pleno acceso a todos los derechos y recursos existentes

 PROMOCIÓN DE LA MUJER A TRAVÉS DEL APOYO Y FORMACIÓN EN PANADERÍA EN SIRAROU, DISTRITO BOURGOU, BENÍN.

Compra de materiales y equipamientos necesarios para la puesta en marcha de un panadería dentro del complejo de promoción femenina por la profesión profesional de Sirarou, que dispone de infraestructuras suficientes que pueden alojar la panadería. La panadería tiene como objetivo, la autofinanciación del complejo y el empoderamiento de las mujeres para poder ser dueñas de su propio porvenir. Son materiales italianos muy buenos, de segunda mano, imposibles de encontrar en el mercado local y proceden de una panadería de las hermanas Oblatas en Cotonou, quienes se han encargado de la instalación de los materiales y de la formación de las chicas.

Socio local: Fundación Vida para Todos.
Inversión: 1.000 euros.